viernes, 5 de septiembre de 2025

hija
me dicen que serás alta como yo
que nuestros rostros se parecen
que es indudable que seas hija mía 
lo dicen porque nos miran 
derramándonos una en la otra
como olas contiguas 
como gotas inmediatas en la lluvia
como afluentes desembocando en un mismo río 
lo dicen quienes ignoran que no te recibí en mi vientre
como primera bendición 
que no buscaste en mi pecho el alimento
pero ven esa luz que nos moldea
con una firmeza delicada
brotando las semillas

C.

viernes, 11 de julio de 2025

"hay días en que estamos pobres"
decís dibujando una pequeña pausa
el cuerpo ladeado en la estufa rusa
que construiste mano y maña otoños antes
"y hay días en que estamos muy pobres"
redoblás
te miro y nos reímos a carcajadas
ideando malabares
seguros del abrazo
indefensos en esta felicidad desposeída
no radicada en la pobreza 
sino en las flores del amor
que alguna vez regamos de extranjeros
y fueron creciendo por ahí 
silvestres
desprolijas
y nos aquerenciaron 
a esta fe frondosa y colorida
flexible en lo fortuito
mientras galopa el invierno a la intemperie
salvaje y vigoroso
con su trajín de hielo

C.


viernes, 13 de junio de 2025

llegará tu forma imprevisible
con naturalidad
como se presenta el otoño entre las ramas
cualquier día de marzo 
y el corazón recibe sus colores
y avanza una alegría íntima y vital
latiendo de presagios y señales
llegará tu forma sorprendente
como una palabra luminosa
como un brote acogido mansamente por la tierra
después del temporal
todo lo sensible llegará con tu forma
verdadera
desplegada del sueño


C.

miércoles, 21 de mayo de 2025

teníamos 11 años el día de la mudanza
viniste a casa más temprano
-en esa época andábamos solas 
con permiso y sin preocupaciones
por las calles de los barrios donde vivíamos-
te regalé un anillito que no recuerdo
pero debe haber sido mío 
porque a esa edad no tenía prácticamente dinero propio
a menos que robara
y ya había hecho la comunión 
lo que en parte me alejó del "pecado"
no por convicción 
sino porque me mortificaba
tener que confesarle al cura
que había extraído dinero de la cartera de mi mamá 
para comprar gomitas perfumadas
o papeles de carta para mi colección 
o alguna otra tentación que tuviera

te regalé el anillito y te lo pusiste
¿como un compromiso?
era tan sensible como ahora 
la vida incontrolable impactaba en mí 
fue un gesto importante
sentido 
como nuestra amistad

te quedaste a esperar solita hasta que nos fuimos en el auto
para vivir a más de 100 kilómetros 
te vi por el vidrio de la luneta
mientras nos alejábamos
no recuerdo si lloré 
pero sentí desamparo
un humo que nublaba el corazón 
deseos de quedarme
a que anduviéramos en la misma bici
cortáramos mandarinas en alguna vereda
o intercambiáramos novios ocasionalmente

el viento nos fue llevando a otras orillas
pero esa única vez nos despedimos
en adelante esparcidos y esporádicos
breves
luminosos
solo hubo encuentros

C.


viernes, 16 de mayo de 2025

camina despacio pero con ligereza
porque su paso es liviano 
como si nada pesara en ella
toma el bastón con la mano derecha
elegante 
donde descansan algunos anillos
y una pulserita con medalla
siempre la vi de trenza
una sola 
en la que recoge todo
su pelo blanco y largo
tiene una cara pícara
ojos alegres de alguien
que sabe vivir
que elige la vereda iluminada
y que no se derrumba fácilmente
porque se ha vuelto flexible
como la hierva del campo
en estos años de experiencia
su halo me resulta luminoso
inmaculado
como su nombre
no por acción de santidad
sino por falta de atención en el pecado 

nuestro vínculo está mediado por las plantas
por sus esporádicos paseos
en la feria los sábados de mañana
donde armamos nuestro puesto de aromáticas
plantines de flores y verduras
entre nosotras
hay más conversación que venta
unas charlas breves
en las que ha crecido en brotes el cariño 
le gustan mucho los geranios hiedra
y algunas aromáticas 
que le recuerdan a la casa de una tía o una abuela
está en su atardecer
pero avanza despreocupada de sus muertos
como si amaneciera
no sé de su vida casi nada
pero detengo cuando pasa mis quehaceres
y me acerco para darle un beso
esa cercanía
ajena a toda circunstancia
a casi toda intimidad
aclara el instante
deja flotando un resplandor
una luminiscencia
 
que tarda en alejarse
 
C.